tag:blogger.com,1999:blog-21384814.post2455969616490256602..comments2023-10-27T18:25:32.819+02:00Comments on Cuartientos de Slavko Zupcic: Adiós, abrazosSlavko Zupcichttp://www.blogger.com/profile/06578461673244848350noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-21384814.post-3266012271334532612014-03-23T23:42:21.632+01:002014-03-23T23:42:21.632+01:00Qué extraño, querido Gilberto, cómo la nostalgia y...Qué extraño, querido Gilberto, cómo la nostalgia y la acertada narración pueden investir de belleza tan terrible desigualdad. Quizá ya no en Manaus (o también, no lo sé bien)pero en general, en el mundo todo, si han de desaparecer, primero los periódicos impresos, mucho antes que los niños trabajadores, Éste, el mundo que tenemos y el siglo XXI, que es más tuyo que mío. Un fuerte abrazo,Slavko Zupcichttps://www.blogger.com/profile/06578461673244848350noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-21384814.post-77608429545868679902014-03-23T21:18:23.104+01:002014-03-23T21:18:23.104+01:00Slavko, hace 20 años, a poco más de dos mil tresci...Slavko, hace 20 años, a poco más de dos mil trescientos kilómetros de tu Valencia Venezolana, en mi Manaus Amazónica, tuve una experiencia con la prensa escrita a partir de la cuál aprendí a observar de forma diferente la vida de los humanos. Lo curioso es que ese aprendizaje no se debió a la lectura del contenido de lo que estaba escrito en los periódicos, sino a mi curiosidad respecto de las personas que los distribuían. Muchas de ellas, eran niños como yo, con alrededor de 10 años de edad. Mientras mis dos hermanos e yo íbamos por la mañana a nuestra escuela privada en coche particular, conducido muchas por mi padre, o a veces por un chófer, parábamos en los semáforos. Entonces miraba a esos niños vendedores de periódicos uniformados esforzándose por vender esos papeles a los conductores de los coches. La sociedad que me rodeaba consideraba normal que unos niños se dedicasen a trabajar en plena calle, bajo el sol de línea del ecuador y los 40 grados que acechan los asfaltos del amazonas urbano, mientras otros niños íbamos al colegio con nuestros trajes la élite. Para mi era indescifrable la razón de ser de ese contraste de mi persona frente a éstos niños, tales kioskos ambulantes, abalanzándose sobre los coches, a veces con kilos de periódicos apilados entre sus manos y vestidos además con logos publicitarios. Dentro de las desigualdades sociales antiguas y las vigentes de mi querida Manaus, creo que esta venta de periódicos, que no sé si se sigue llevando a cabo, era una de las formas más dignas de los niños y sus familias de intentar sobrevivir. Los periódicos de papel han tenido y espero que tengan en el futuro, muchas más utilidades que un objeto vegetal muerto en principio parece tener. En mí, me despertaron la necesidad de desarrollar empatía con mis iguales, alimentando mi curiosidad por entender algunos abismos que no se explican ni se señalan. Un saludo querido amigo.Gilbertohttps://www.blogger.com/profile/04076892458865786194noreply@blogger.com