(pensando en la necesidad perentoria de conversar sobre economía y política con mi hijo Alessandro)
Por años he pronunciado la palabra globalización, atribuyéndole virtudes y defectos, sin saber qué cosa es realmente. Un ente, algo intangible. Un invento de la derecha del que la izquierda se beneficia y por si fuera poco critica. La posibilidad de ordenar un libro y leerlo a los treinta segundos en un aparato electrónico. Escribir en Valencia de España contra el alcalde de Valencia de Venezuela o viceversa. Contratar un servicio en Castellón para darme cuenta luego que le estoy pagando a una empresa sudafricana. Conducir un coche que fue pensado en Japón, ensamblado en Bulgaria con piezas de Estonia. Que el salario mensual llegue al banco y éste lo distribuya entre mis acreedores que le resulten más agraciados. Algo así.
Pues no, nada de eso. Hoy, luego de indicar un sondaje vesical finalmente me he dado cuenta de qué es la globalización. Para el lector alérgico a la medicina y sus formas, explicaré que una sonda -necesaria fundamentalmente en caso de retención urinaria o si se quiere medir y controlar diuresis- se introduce por la uretra y con ella se ha de llegar a la vejiga urinaria. La sonda tiene un conducto interior por el que una vez llegados a vejiga se hincha un pequeño balón o globo que, haciendo tope, fija la sonda e impide su salida.
Pues eso es lo que es la globalización: el globo o balón de una sonda vesical por el que nos tiran permanentemente haciendo que nos duela la uretra. Por eso pagamos, para que no nos duela más. Por eso callamos, para que duela menos. Y así lo hacemos porque por uno o por otro lado desde hace ya varias décadas todos estamos sondados y globalizados.
2 comentarios:
Es injusto que no haya comentarios.
Sin duda es de las cosas más brillantes que has escrito... sino es brillante, por lo menos, duele...
Además, la sonda nos la pone una enfermera novata.
Aaaaaaaayyyyyyyy!
Un abrazo (espera que haga a un lado la bolsa de la orina...)
Traumatólogo escrupuloso
Los comentarios de un traumatólogo escrupuloso son uno de las ventajas de leer cuartientos.
Gracias, T.E. Un fuerte abrazo.
Publicar un comentario