26 ago 2018

Sacerdotes parecen ser




A expensas de mí mismo y como su cadáver junto a la acera pretende eternizarse en la mirada vidriosa de los transeúntes, confesaré que no me importa en absoluto su muerte y admitiré que estoy cansado de ver cómo las personas lamentan la muerte de aquéllos que poco o nada le importaron. Recordaré para todos, y creo que ése será el peor de los castigos, el momento de la ceremonia fúnebre del Cardenal Ignacio en que vi caminar entre los bancos de la nave central a un anciano de lentes oscuros y bufanda amarilla. Reconocí en él al padre de Gerardo Occhipinti, un alumno del colegio.