13 sept 2013

Consejos de una madre sobreprotectora a un escritor no tan joven

 
No escribas sobre el vecino que antes de morir ha cambiado su dirección postal por la tuya dejándote así encargado de la correspondencia con sus acreedores. Es mejor no escribir sobre los muertos o las personas a punto de. Recuerda lo que te pasó cuando escribiste un cuartiento sobre Chávez: te fracturaste el radio derecho y el gancho del ganchoso. Es necesario cuidarse mucho, hijo mío.
No escribas sobre la Virgen María ni sobre apariciones marianas. Hay mucho psicópata alrededor, muchos estafadores, y pueden terminar haciéndote daño.
No escribas sobre política porque tú no eres político. Además, de la venezolana sabes poco porque hace mucho que no vives en Venezuela. Y de la española ni te digo. Eres demasiado extranjero y si ni siquiera entiendes la pertinencia de la monarquía en un país europeo del siglo XXI. Así, ¿cómo vas a entender los silencios de Rajoy, las manos voladoras de Rubalcaba?
No escribas sobre la escasa calidad del inglés de Ana Botella porque el tuyo no es mucho mejor.
No escribas sobre las ex-novias porque seguramente algo tendrás que agradecerles.
No escribas sobre la familia política porque tienen la misma sangre de tus hijos.
No escribas sobre el fútbol porque a Enrique Vila Matas le gusta el tema. Y a Vásquez Montalban. Y a Javier Marías.
No escribas sobre cosas que has visto en tu centro de trabajo. De eso comes, hijo mío.
No escribas cosas buenas de los amigos porque algún día serán tus peores enemigos.
No publiques cosas nuevas en el blog los viernes en la tarde porque los fines de semana nadie lo lee.
No digas que te gusta El Padrino porque quedas fatal, como un psicópata.
No cuentes cosas de tu vida  privada porque en la vida es necesario preservar la intimidad.
No expreses tu opinión sobre temas difíciles porque mayormente te equivocarás.
No escribas textos de amor ni literatura erótica ni nada de eso. El amor es para sentirlo, no para escribirlo.
No escribas sobre asuntos agrícolas porque de pequeño siempre te negabas a regar el huerto de la casa.
No escribas sobre asuntos religiosos porque ése es un tema muy complicado.
No escribas sobre enfermedades psiquiátricas porque todo lo que digas puede ser usado en tu contra.
No escribas sobre muñecas de plástico porque quedas mal, demasiado mal.
No escribas sobre bebidas alcohólicas porque parecerás un borracho.
No escribas nada, ni bueno ni malo, sobre el matrimonio porque se enfadarán contigo.
No escribas sobre pelirrubias, pelirrojas ni morenas. El color del pelo no es transcendente y puede cambiarse en cada esquina.
No escribas sobre frutas ni flores porque se pudren.
No escribas con ilusión y esperanza porque pareces un imbécil.
No escribas sobre la infancia porque te da un tono melancólico que no pega con tu personalidad.
No escribas sobre el futuro porque lo desconoces.
No escribas sobre el presente porque pones en riesgo el futuro.
No creas que te estoy diciendo que no escribas.
Al contrario, escribe mucho, muchísimo, pero no sobre las cosas que he mencionado anteriormente.
Recibe un beso.
Tu madre que te ama.

1 comentario:

judijaba dijo...

Hay madres que son auténticas musas catalizadoras de la literatura que llevamos dentro...