Ahora que le ha dado por escribir poesía -es mentira que sea ahora, publicó un libro de poemas cuando niño- lleva varios días acumulando imágenes para un poema amoroso que pensaba convertir en cuartiento. Lucha contra la trigonometría, contra las leyes de la trigonometría. Ésa era la pasta madre de una imagen que quería construir a partir de una cama de hipotenusa imposible. Pero también contra la traumatología y la rehabilitación. Esta última no por especialidad médica necesaria, que seguramente lo es, sino para no regodearse con la rima, con la rimía.
Cuartientos finalmente se ha salvado de semejante texto gracias a un paciente que en la útltima guardia le ha regalado la mejor definición posible para la actividad amorosa:
-Tot perolet té la seua tapaoreta.
No cree ahora que sea necesario traducir la expresión ni escribir el poema.
2 comentarios:
Cuando esta Valencia mediterránea te acoje, viniendo de fuera, lo hace con la enjundia y la sorna de definiciones como esa. Me encanta el cuartiento que tan bien nos la trae Slavko. No puedo dejar de sonreir...
Muy señor mío:
Efectivamente, esa frase es muy típica de "la nostra terreta", y se oye a menudo en los pueblos de habla valenciana cuando alguien a quien se quiere y al que se va viendo envejecer soltero, por fin encuentra un alma gemela con la que compartir vuelo.
Se usa con cariño, alegrándose por el perolet o la tapaoreta afectados.
Me alegro de que la haya difundido.
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